martes, 6 de abril de 2010
Atiq Rahimi, La piedra de la paciencia
Hay una creencia persa que habla de una piedra mágica a la que podemos contarle nuestras penas, desgracias, sufrimientos y miserias, a la que podemos confiar aquello que callamos, aquello que no podemos contar a nadie más. La piedra nos escucha y absorberá nuestras palabras, todos esos secretos, hasta el día en que por fin explote. Ese día quedaremos liberados.
Con un lenguaje poético, de frases cortas, Atiq Rahimi nos cuenta la historia de una mujer que cuida a un hombre tendido en un colchón, en estado vegetativo, en la cocina de una casa. La mujer le reza, le atiende, le habla, se confiesa, le reprocha, como si se tratase de esa piedra con poderes extraordinarios.
En la escritura de esta novela hay un ritmo marcado, punzante, el de la presencia en sordina de la guerra y la impotencia de los que amanecen un día entre dos fuegos. Una atmósfera asfixiante pulsada por las gotas del gotero, la respiración agónica del cuerpo, una ráfaga de balas que se escuchan a lo lejos, para dar voz a esas voces femeninas, sepultadas desde hace miles de años.
Una novela muy breve, escasas 120 páginas, para pintar con trazos incompletos algo de lo que se ha hablado muchas veces en la literatura: la sinrazón de las guerras, el fanatismo, la violencia y la opresión de las mujeres.
Esta obra consiguió el Premio Goncourt en 2008, el máximo galardón de las letras francesas.
Si queréis ver el vídeo de este programa (03/02/2010), pinchad aquí.
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