jueves, 16 de junio de 2011

Jean-Claude Lalumière, El frente ruso


Terminemos la temporada 2010-2011 con algo de humor, que buena falta hace, pero humor del bueno, de calidad, de ese que te hace reír a carcajadas y luego te deja una sonrisa nostálgica pegada a la boca.

El frente ruso es la última apuesta de Libros del Asteroide y la primera novela del bordelés Jean-Claude Lalumière (1970), cuya experiencia como funcionario del Ministerio de Cultura francés le ha ayudado sin duda en la fabulación de las escenas desternillantes que pueblan esta novela.

Nuestro protagonista, un joven funcionario algo torpe, algo iluso, ingresa en el Ministerio de Asuntos Exteriores tras aprobar las oposiciones. ¿Realizará sus sueños infantiles a lo Indiana Jones, de viajes y aventuras diplomáticas en países exóticos? Todo lo contrario, más bien: un golpe de mala suerte lo acabará destinando a su particular gulag, la peor sección de Ministerio, la de países en vías de creación, Europa del Este y Siberia, más conocido como “el frente ruso”.

Entre el humor francés de las películas tipo La cena de los idiotas o Bienvenidos al norte y de novelas como La conjura de los necios, el autor crea una sátira delirante y demasiado reconocible del funcionariado y del mundo alienante del trabajo y la burocracia, con especial atención a la fauna peculiar que habita estos ecosistemas de oficina (desde el jefe inepto a la secretaria amargada a punto de jubilarse). Y, sin embargo, a pesar de la carcajada, la historia va adquiriendo densidad. Al principio nos reiremos de la mala suerte del protagonista, pero después, un regusto amargo reposará en la novela, el de la diferencia entre lo que esperamos de la vida y lo que acabamos encontrando.

Muy recomendable. Una novela de humor con todos los ingredientes del género, pero que no da la espalda a la calidad literaria, con una prosa certera, aguda, engañosamente sencilla. Y otro tanto para los Asteroides.

Volveremos en septiembre con más lecturas. ¡Muchas gracias a todos y feliz verano!


Si queréis ver el vídeo de la segunda parte de este programa (15/06/2011), pinchad aquí.

David Vann, Sukkwan Island


Una historia implacable, desencantada, dura, angustiosa y, al mismo tiempo, una novela brillante, bien escrita, de una prosa directa, desprovista de adornos. Todo esto es Sukkwan Island, la primera novela de David Vann, publicada en castellano por Ediciones Alfabia. Nacido en 1966 en Adak, una de las islas Aleutianas, en el extremo más occidental de Alaska, nuestro autor parte de una terrible experiencia autobiográfica para construir su libro: cuando era un adolescente, su padre le pidió que pasase una temporada con él en un paraje remoto de Alaska, pero David no fue y su padre se marchó solo. Al tiempo, su padre se suicidó. En esta novela, David Vann relata un “exfuturo”, lo que pudo haber sido y no fue, esa posibilidad de existencia que no llegó a desarrollarse porque nuestro autor tomó, en un momento determinado, otro camino vital.

Roy es un adolescente que viaja con su padre a una isla de Alaska, donde tienen pensado pasar un año en completa soledad, sobreviviendo como “robinsones”, afianzando una relación algo deteriorada. Aparentemente están surtidos de víveres, tienen una radio para comunicarse y llamar, una avioneta pasará cada cierto tiempo, pero a Roy le cuesta adaptarse a esa vida, en un entorno hostil en el que llueve, hace frío, en compañía de su padre, un hombre al que no conoce demasiado bien. El tiempo vuela con las tareas de la supervivencia, como cazar, pescar, hacer incursiones en el bosque, construir una cabaña para ahumar pescado, etc., pero la sensación de claustrofobia, de que algo no va bien, no tardará en manifestarse, a través de pequeños gestos, de ligeros contratiempos como la aparición de un oso, las primeras nieves o un breve extravío en el bosque.

Lo que ocurra después lo tendrá que descubrir el lector por sí mismo, pero le aseguramos que no quedará indiferente. Más allá de la anécdota que da lugar a la ficción, estamos ante una novela fuerte, que corta la respiración, y que mueve a la reflexión sobre las obligaciones de la paternidad y sobre el daño que un modelo estable puede causar en los hijos.


Si queréis ver el vídeo de la primera parte de este programa (15/06/2011), pinchad aquí.