viernes, 8 de octubre de 2010

Stef Penney, La ternura de los lobos



Un pueblo perdido al noreste de Canadá en el siglo XIX a comienzos del invierno. Un trampero que aparece muerto de manera violenta y, al mismo tiempo, un adolescente que desaparece. Sobre el joven recaen todas las sospechas y todas las intrigas, mientras afluyen al pueblo una serie de personajes atraídos por el crimen (investigadores de la compañía comercial de pieles, un periodista cuyos días de gloria pasaron, cazadores, indios, rastreadores…). Pero la madre del muchacho se resiste a creer que su hijo es un asesino y sale en su busca, por entre los lagos helados, para dar con él antes de que lo hagan los investigadores o los lobos.

Dice Stef Penney, escritora escocesa, que se le fue la mano y escribió una novela de 450 páginas cuando se disponía a elaborar un breve guión. Sorprende, por su dominio de la estructura y de la introspección psicológica, que sea esta su primera novela. Ya un éxito de ventas, la película está en camino. Una pena no poder contratar a John Ford. Le pega.

Lo mejor de La ternura de los lobos es que se nutre de muchos géneros y, por eso mismo, satisfará a lectores de paladares diversos: novela policiaca (el asesinato y su resolución), novela exótica y hasta histórica (los pioneros del Canadá del siglo XIX), novela de aventuras, novela de frontera a lo “último mohicano” entre un mundo que acaba (el de los indios nativos) y un mundo que comienza, etc.

Y qué decir de ese personaje más que es el frío, omnipresente en la novela, en las blancas coníferas, los remolinos de ventiscas, el comienzo de la tormenta o la congelación en la punta de los dedos. Os aseguro que se tirita leyendo este libro.

Yo, en pleno agosto, incluso tuve la tentación de enfundarme un jersey de cuello vuelto. Leedlo antes de las primeras heladas.



Si queréis ver el vídeo de la segunda parte de este programa (06/10/2010), pinchad aquí.

1 comentario:

  1. Pues lo tengo pendiente desde hace un par de años. Me hice con él porque me llamó mucho la atención y es uno más de los libros que tengo por leer hasta que encuentre el "momento oportuno".

    Precisamente porque sé que me atraparán y que quiero leerlos sin verme obligado a interrumpir su lectura o espaciarla en el tiempo los he ido dejando demasiado tiempo.

    A ver si de este otoño no pasa. :)

    Saludos.

    ResponderEliminar